Pueden pasarnos historias más o menos duras y que nos afectan en la vida y nos hacen sentir vulnerables. Accidentes, personas queridas que dejan de estar, cambios de residencia, pérdida de empleo, enfermedades inesperadas, contratiempos hirientes, falta de contacto social motivada por la pandemia que acabamos de vivir… lo que sea que te ha sucedido, hace que pueda mermar la confianza en ti y que te sientas vulnerable, faltaría más.
Por si todo esto o algo de esto fuera poco, a veces solemos sumarle algunas dosis de cuestionamiento interior del tipo, ¿y qué pensarán de mi?, ¿cómo no lo había previsto? o tenía que haber hecho tal cosa o tal otra. Y esto no hace sino empeorar más la situación.
Entonces, ¿qué podemos hacer para sentirnos mejor?
-Quedar con personas queridas que no nos juzguen y que nos miren bonito.
-Acordarnos de todas las cosas buenas que hay en nosotras/os.
-Decirnos que esto también pasará.
-Mirarnos de manera compasiva, no eres adivina/o y seguramente no podrías haber hecho nada diferente a lo que has hecho.
-Embarcarte en pequeños retos como hacer deporte o apuntarte a aquel curso que llevas tiempo queriendo hacer.
-Conectar con aquello que te hace sentir viva/o.
-Permitirte estar triste y llorar. La tristeza forma parte de la vida.
-Si hay culpa, podemos trabajarla para que no nos duela. Quizá es que hay interiorizadas unas creencias y unas exigencias demasiado rígidas.
-Pedir ayuda si lo necesitas. Las profesionales estamos aquí para acompañarte y ayudarte a recorrer tu camino de la mano.