Entrevistamos a Olga Elizburu, profesional Certificada en Yoga Sensible al Trauma (YST) por la Fundación Radika.
Olga es licenciada en Psicopedagogía y Profesora certificada en Yoga Sensible al Trauma, actualmente ampliando su formación en el Método Hakomi. Su desempeño laboral se ha centrado en el acompañamiento a personas en sus procesos de vida. Inició su carrera profesional como educadora con menores en protección, posteriormente estuvo seis años en proyectos de educación profesional con mujeres adolescentes y jóvenes en Nicaragua. Desde el 2010, ha desempeñado diferentes trabajos en el área de educación para la transformación social con diferentes entidades sociales en Pamplona. Los últimos cuatro años, desde el 2019, su desempeño laboral se ha centrado en el área de Salud Mental, lo cual le ha llevado a interesarse y formarse en YST y Hakomi.
- ¿ Que podemos encontrar en una sesión de YST?
Un espacio seguro en el que poder auto cuidarte, conocerte mejor a través de tu cuerpo, permitiéndole conectar con sus necesidades en el momento presente. Un grupo reducido en el que poder moverte libremente sin juicios.
- ¿Que diferencia a las sesiones de YST con sesiones de yoga "convencionales"?
Uno de los pilares básicos del Yoga Sensible al trauma es dar opciones en las diferentes posturas, en YST las llamamos formas. Se proponen varias alternativas para que la persona pueda elegir cual le apetece, cual se ajusta más en el momento presente. Esto en la práctica es un ejercicio de empoderamiento personal, en el trauma generalmente, no hubo otra opción.
Otro elemento distintivo es que durante toda la sesión se va acompañando con la voz y se propone la escucha al cuerpo desde un enfoque interoceptivo, haciendo referencia a las posibles sensaciones o no sensaciones que se den. Se pueden hacer pequeñas pausas después de algún movimiento y detenerse a observar si algo a cambiado. Tal vez un cosquilleo, tal vez mayor o menor activación, tal vez un cambio de temperatura...todo se plantea como posibilidad ya que cada cuerpo y cada persona es distinto. Y siempre está la opción de no hacer o incluso marcharte o que no tengas ninguna sensación y eso también estaría bien.
Es muy importante que la facilitadora cree las condiciones de espacio seguridad y comunidad compartida.
La facilitadora también acompaña con sus movimiento y por norma, no se hacen ajustes a los movimientos de las personas.
- ¿Qué puede aportar a nuestro bienestar personal, salud mental y funcionamiento diario?
Un espacio de conexión contigo mismo/a, calma mental, reducción del estrés y de la ansiedad, desbloquear memorias corporales que nos están influyendo en el momento presente.
El YsT no es una terapia en sí, pero ayuda en el proceso de sanación de nuestras heridas emocionales. Está la posibilidad de que vayas integrando en tu día a día pequeñas pausas, pequeños movimientos.
A veces con poco tiempo en 5 min puedes ayudar a tu sistema nervioso a regularse.
- ¿Con que frecuencia es recomendable su práctica y cuanto dura una sesión?
Una sesión semanal para empezar esta bien, podrían ser dos. Las sesiones duran una hora, a veces hasta con menos tiempo es suficiente.
- ¿Cuántas sesiones son recomendables para sentir su efecto?
En la primera sesión es posible que ya notes que puedes llevar y acompañar a tu cuerpo a un estado de calma y bienestar. Para que esto se vaya integrando en tu cuerpo, a partir de seis sesiones podrías tener mayor sensación de conexión con tu cuerpo pero cada persona tiene su proceso y lo importante es respetarlo.
También tratamos de acompañar en que puedas acudir a las sesiones sin presión en el sentido de tener que conseguir un objetivo concreto. Se tarta de que puedas simplemente venir con esa idea de cuidarse, de dedicarse un espacio personal y sentirse acompañada en ese proceso.
¿Dónde podemos practicar estos talleres?
En Pamplona, en la c/ Concejo de Badostáin 3, bajo D. Pamplona, (Mendillorri). Llevaré a cabo grupos mensuales a partir de 12 de enero.